Y es que no sólo nostros miramos más por nuestra apariencia en estas fechas tan señaladas, sino que tanto pequeños comercios como grandes superficies, precisan de una mayor atención y un mayor cuidado en su decoración navideña. He aquí alguna de mis experiencias en decoración de escaparates, ambas en moda infantil. La primera en Angelottes, una pequeña tienda ubicada en La Felguera, la segunda, Aisea, en pleno centro de Pola de Laviana, que con una notable trayectoria las dos quisieron celebrar estas fiestas de una forma especial.
En Angelottes, debido al poco espacio con que se contaba en la tienda, además del gran colorido que ella tiene de por sí, lo que se pensó es que la mejor forma de hacer algo bonito, elegante y diferente era pintar el cristal mezclando motivos propios de la tienda (el angelote, que es su logotipo) y motivos propios de la Navidad (las estrellas de nieve) en un tono dorado, que a la vez de ser muy apropiado para la fecha, encajaba muy bien dentro del escenario del local y el estilo de ropa que tienen.
En Aisea, el problema era el contrario, y es que el espacio que ocupa el local y sus tres escaparates es enorme. ¿Solución? Buscar algo que ocupe el espacio y llame la atención, a la vez que no quite protagonismo a la ropa expuesta, como es el caso del escaparate mayor (segunda foto), en el que se colocaron diferentes estrellas de nieve tridimensionales en varios tamaños y a diferentes alturas en tonos plateados. En uno de sus escaparates laterales, de menores dimensiones, la intervención fue de nuevo en el cristal, colgando de él seis banderines con motivos invernales en blancos y papel traslúcido (primera foto)
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